Reflexionando...

El otro día fuimos a una conferencia en el Salón de Actos con nuestra profesora de Desarrollo Emocional y Social...
La finalidad de esta charla era hacer canciones en grupo (TEAMSONGS), pero creo que a todos nos caló mucho lo que compartió y todas las palabras que tuvo con nosotros antes de empezar el taller.
Resultado de imagen de no el machismoAbriendonos su corazón nos transmitió el temor que sentía de pequeño, su angustia y su falta de infancia, la verdad que todo lo que nos contó son recuerdos muy duros y sin ningún pudor empezó la charla diciendo..."Si vuelvo para atrás unos años, si miro hacia atrás y recuerdo mi infancia, de lo primero que me acuerdo es de ver corriendo a mi madre saltando por la ventana (vivíamos en un primero) y huyendo a la calle y a mi padre persiguiéndola para matarla...o también ver a mi madre salir llorando de una habitación con las manos en el cuello porque mi padre la había intentado ahorcar con un cinturón...recuerdo como corría todos los días después de clase con la incertidumbre de si hoy mi madre seguiría viva o ya estaría muerta." todos nos quedamos MUDOS, son recuerdos muy fuertes y realmente crueles para cualquier persona, pero más para un niño de 5 años...entonces tras decirnos esto, dijo que todos los que estábamos aquí, y todas las personas en el mundo somos machistas (algo con lo que yo personalmente estoy totalmente de acuerdo), ya que es algo impregnado en miles de detalles, tan pequeños que ni se aprecian...y tiene toda la razón, no es simplemente cambiar nuestra actitud hacia la mujer y así dejar de ser machistas, sino cambiar muchos hábitos, muchas costumbres, actitudes, incluso mucho vocabulario que está así impuesto desde hace años y por eso nadie lo cuestiona, es cambiar toda la sociedad, es respetarnos, amarnos.
A raíz de esto, empezó a preguntarnos que qué es realmente amar...qué hay que tener, cómo hay que ser para saber amar plenamente...
Decía que amar NUNCA había significado exigir, nunca es anteponer tus gustos a los de tu pareja, amar es ser libre y compartir esa libertad con alguien, son dos personas que se unen para sumar, no para restar. Amar es respetar, valorar, saber dar y saber recibir, confiar, cuidar... y a partir de todas estas palabras hicimos una canción increíblemente preciosa...nos emocionabamos simplemente con leerla.
Quería compartir esto porque sus palabras me hicieron reflexionar muchísimo y creo que todos deberíamos hacerlo.
Al intentar explicar todo lo que nos dijo y la cantidad de verdades que nos contaba, realidades...me quedo sin palabras, era para estar ahí en persona, escuchar y llenarte con todo lo que contaba...
TODAS tenemos que ser fuertes, tenemos que apoyarnos y querernos, tenemos que entendernos porque por desgracía, hoy en día, cualquiera podría ser como la madre del chico que nos habló en la conferencia...y es difícil pero hay que luchar por la igualdad y acabar con los pensamientos machistas...tenemos que ser justos y cuidarnos los unos a los otros. Nadie tiene derecho para robar la vida a otra persona, ni para arruinársela...
Tenemos que querernos tal y como somos, no podemos tener a alguien al lado que no nos quiere así, que nos quiere cambiar solo para no estar solas porque NO estamos solas. No podemos regalar nuestra vida, tenemos que vivir...hay que romper con los estereotipos, ser como queramos ser, que nadie nos diga cómo tenemos que ser ni cómo quieren que seamos, tenemos derecho de elegir en nuestra vida, no tienes que complacer a todo el mundo, tienes que complacerte a ti. Tú eres la única dueña de tu vida y siempre es mejor tarde que nunca, no lo olvideis, haced frente, sed fuertes, luchad...todo esto algún día acabará si estamos juntas.
Y para terminar...tenemos que ser felices, pero sobre todo LIBRES.

OLGA HERNÁNDEZ CASAS

Comentarios

  1. Gracias Olga, la conferencia que mencionas enlaza sincrónicamente con lo que estuvimos viendo en clase y el dolor del niño que tan bien explica Alice Miller en sus libros, es muy duro como adultos volver la mirada a todo ese sufrimiento pero es la única forma de poder ser verdaderamente empáticos con las nuevas generaciones

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